El hidrógeno puede modular la actividad de las comunidades microbianas y promover así un microbioma equilibrado. La disbiosis, que altera el metabolismo del H₂, también se asocia con enfermedades inflamatorias del intestino como: B. colitis, en la que los cambios en la actividad de la enzima hidrogenasa afectan la composición microbiana y la salud intestinal. Pero además, el H2 también aumenta la producción de ácidos grasos de cadena corta, la principal fuente de energía de los colonocitos. Se ha demostrado que esto protege la pared intestinal y reduce la aparición del síndrome del intestino permeable (huecos en el revestimiento intestinal por donde pueden escapar las bacterias y entrar las células inflamatorias). La acción de apoyo gastrointestimonial tiene un efecto sobre el microbioma intestinal, promueve la salud intestinal y minimiza o corrige la disbiosis, independientemente de cómo se absorba el hidrógeno. El hidrógeno alivia la inflamación intestinal y el estrés oxidativo. Hydrogen relieves intestinal inflammation and oxidative stress.